lunes, 8 de diciembre de 2014

Tradiciones Musicales y Religiosidad en la Provincia Samaná




Dentro de las riquezas folclóricas de Samaná existe un baile de pareja que, como danza africana, originalmente era fuertemente erótico y altamente sexual: El Bamboulá, también conocido como Baboulá y Baubolé, y otras versiones diferentes del mismo nombre. Bamboulá quería decir "ese bambú", porque se tocaba sobre una sección de Bambú sostenida sobre dos tijeretas de madera. En Samaná su interpretación lleva los instrumentos siguientes: un palo o atabal, acostado en el suelo, tañido por un músico sentado a horcajadas sobre el mismo, que usa sus dos manos y un talón desnudo para tocar; mientras otro músico sentado en la parte posterior del mismo golpea la madera del cuerpo del tambor con los palos catá.

Se acompaña este atabal con el timbal que es un tambor bimembranoforno, hecho generalmente con un barril de clavos y pieles de chivo, que se cuelga del cuello del tañedor; mientras otro músico adicional golpea la barriga del tambor también con los palos catá. El bambulá tiene momentos sofisticados y su coreografía evoca las danzas cortesanas del siglo XVIII. Esta manifestación es cantada en créole, con danzas de salón en grupo, dirigidas por up una reina de la fiesta o bastonera, quien con una bandera o bastón es quien da los mandos.
Intervienen cuantas parejas deseen, las cuales se colocan formando un gran círculo. El bambulá se practica en La Aguada, Tessón y Anadel, entre otras comunidades. En la historia de esta tradición se destaca el nombre de Bertilia Peña. Esta mujer nació en la sección de Tessón, hoy Acosta, en el año 1885. Por más de 70 años influyó en la península, siendo ejemplo para muchos folcloristas nacionales y extranjeros, que gracias a sus conocimientos y habilidades se educaron con su repertorio y triunfalmente han recorrido numerosos escenarios de todo el mundo.

La fiesta de la Cosecha:
En la Chorcha, la hermosa iglesia cristiana que es símbolo de Samaná, se realiza cada año la Fiesta de la Cosecha, cuando los fieles, con sus ofrendas en las manos (frutos agrícolas, animales domésticos, etc.), salen en precesión por las calles de la ciudad de Samaná, cantando con sus bandas de música, para culminar depositándolas en el altar de la iglesia. Al otro día, las subastan y el dinero se destina a obras de bien social y religioso.

Fiestas patronales en Samaná
Las fiestas patronales de la ciudad de Samaná se realizan el 4 de diciembre en honor a Santa Bárbara. Otras comunidades tienen sus fiestas tradicionales, a las que llaman novenas, en honor a San Miguel, San Rafael, San Antonio. Nuestra Señora de la Altagracia y Santa Ana Elisa, que es una de las más populares. Estas festividades tienen como base los atabales y las creencias mágico-religiosas, según explican Dagoberto Tejeda, Iván Domínguez, y José Castillo en el Calendario folclórico dominicano. El 21 de enero se celebra en la sección Acosta, paraje Tessón, la fiesta a la Virgen de la Altagracia, cuya novena comienza el día 12 y culmina en la fecha indicada con misas, rezos, cantos, peticiones y aclamaciones, entre salves y atabales.
Los autores señalados precisan que una de las festividades más antiguas, de más alcance nacional en la religiosidad popular y con mayores niveles de sincretismos, es la que se realiza en honor al Espíritu Santo, que se celebra el 18 de junio en la comunidad de Los Cacaos. Los días 23 y 24 de octubre en La Aguada, se realizan las festividades patronales de San Rafael. En esta localidad se celebraban las fiestas de Bamboulá con cantos, rezos e invocaciones en honor al santo: el punto de congregación principal siempre fue la enramada de doña Vertilia Peña.
Desde los años 90 han surgido otras fiestas patronales en varias comunidades, las cuales tienen un alto componente comercial.

El Carnaval de Samaná

Las celebraciones del carnaval de la Independencia en la ciudad de Samaná, se desarrolla los domingos de febrero y termina el 27 de ese mes, Día de la Independencia Nacional. Según dicen los autores del Almanaque Folklórica de la Republica Dominicana para esta celebración se combinan personajes y comparsas de origen africano (entierros, danzas), de los indios (el areito), españolas (diablos cojuelos, roba la gallina) y otras como Los Murciélagos, Caretas de Vaca y el Nicolás Montacaballo. Esta mezcla implica, según la misma fuente, que el carnaval después de llegar a nuestra isla con la colonización española evoluciono y se criollizó, y de acuerdo a la tradición, se transformó en el carnaval de la Independencia concluyendo a finales de febrero o bien a comienzos de marzo.



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