Dentro de las riquezas folclóricas de Samaná existe un baile de pareja que,
como danza africana, originalmente era fuertemente erótico y altamente sexual:
El Bamboulá, también conocido como Baboulá y Baubolé, y otras versiones
diferentes del mismo nombre. Bamboulá quería decir "ese bambú",
porque se tocaba sobre una sección de Bambú sostenida sobre dos tijeretas de
madera. En Samaná su interpretación lleva los instrumentos siguientes: un palo
o atabal, acostado en el suelo, tañido por un músico sentado a horcajadas sobre
el mismo, que usa sus dos manos y un talón desnudo para tocar; mientras otro
músico sentado en la parte posterior del mismo golpea la madera del cuerpo del
tambor con los palos catá.
Se acompaña este atabal con el timbal que es un tambor bimembranoforno,
hecho generalmente con un barril de clavos y pieles de chivo, que se cuelga del
cuello del tañedor; mientras otro músico adicional golpea la barriga del tambor
también con los palos catá. El bambulá tiene momentos sofisticados y su coreografía
evoca las danzas cortesanas del siglo XVIII. Esta manifestación es cantada en
créole, con danzas de salón en grupo, dirigidas por up una reina de la fiesta o
bastonera, quien con una bandera o bastón es quien da los mandos.
Intervienen cuantas parejas deseen, las cuales se colocan formando un gran
círculo. El bambulá se practica en La Aguada, Tessón y Anadel, entre otras
comunidades. En la historia de esta tradición se destaca el nombre de Bertilia
Peña. Esta mujer nació en la sección de Tessón, hoy Acosta, en el año 1885. Por
más de 70 años influyó en la península, siendo ejemplo para muchos folcloristas
nacionales y extranjeros, que gracias a sus conocimientos y habilidades se
educaron con su repertorio y triunfalmente han recorrido numerosos escenarios
de todo el mundo.
La fiesta de la Cosecha:
En la Chorcha, la hermosa iglesia cristiana que es símbolo de Samaná, se
realiza cada año la Fiesta de la Cosecha, cuando los fieles, con sus ofrendas
en las manos (frutos agrícolas, animales domésticos, etc.), salen en precesión
por las calles de la ciudad de Samaná, cantando con sus bandas de música, para
culminar depositándolas en el altar de la iglesia. Al otro día, las subastan y
el dinero se destina a obras de bien social y religioso.
Fiestas patronales en Samaná
Las fiestas patronales de la ciudad de Samaná se realizan el 4 de diciembre
en honor a Santa Bárbara. Otras comunidades tienen sus fiestas tradicionales, a
las que llaman novenas, en honor a San Miguel, San Rafael, San Antonio. Nuestra
Señora de la Altagracia y Santa Ana Elisa, que es una de las más populares.
Estas festividades tienen como base los atabales y las creencias
mágico-religiosas, según explican Dagoberto Tejeda, Iván Domínguez, y José
Castillo en el Calendario folclórico dominicano. El 21 de enero se celebra en
la sección Acosta, paraje Tessón, la fiesta a la Virgen de la Altagracia, cuya
novena comienza el día 12 y culmina en la fecha indicada con misas, rezos,
cantos, peticiones y aclamaciones, entre salves y atabales.
Los autores señalados precisan que una de las festividades más antiguas, de
más alcance nacional en la religiosidad popular y con mayores niveles de sincretismos,
es la que se realiza en honor al Espíritu Santo, que se celebra el 18 de junio
en la comunidad de Los Cacaos. Los días 23 y 24 de octubre en La Aguada, se
realizan las festividades patronales de San Rafael. En esta localidad se
celebraban las fiestas de Bamboulá con cantos, rezos e invocaciones en honor al
santo: el punto de congregación principal siempre fue la enramada de doña
Vertilia Peña.
Desde los años 90 han surgido otras fiestas patronales en varias
comunidades, las cuales tienen un alto componente comercial.
El Carnaval de Samaná
Las celebraciones del carnaval de la Independencia en la ciudad de Samaná,
se desarrolla los domingos de febrero y termina el 27 de ese mes, Día de la
Independencia Nacional. Según dicen los autores del Almanaque Folklórica de la
Republica Dominicana para esta celebración se combinan personajes y comparsas
de origen africano (entierros, danzas), de los indios (el areito), españolas
(diablos cojuelos, roba la gallina) y otras como Los Murciélagos, Caretas de
Vaca y el Nicolás Montacaballo. Esta mezcla implica, según la misma fuente, que
el carnaval después de llegar a nuestra isla con la colonización española
evoluciono y se criollizó, y de acuerdo a la tradición, se transformó en el
carnaval de la Independencia concluyendo a finales de febrero o bien a
comienzos de marzo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario